La noche es larga, oscura, serena. Pero cuando estás, es corta, luminosa, inquieta.
Es corta, porque contigo parece que los relojes se alían y el tiempo pasa rápido, muy rápido.
Es luminosa, porque tu sola presencia es lo que necesito para que haya luz en mi vida.
Es inquieta, porque estando a tu lado me siento como un niño pequeño al que le aguardan un montón de sorpresas. Descubriéndote, descubriéndonos. Mirándote llego a descubrir que todo lo que había vivido hasta ahora no sirve de nada: empecé a vivir cuando te convertiste en mi vida.
Ahora sólo espero que pase poco hasta que mi noche deje de ser larga, oscura, serena...
domingo, 20 de septiembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario